La OCU propone modificar las etiquetas ambientales de la DGT para mejorar la movilidad y fomentar prácticas más sostenibles.

Sugiere que las etiquetas actuales no reflejan adecuadamente el impacto ambiental real de los vehículos y recomienda un sistema que considere mejor las emisiones reales y la eficiencia energética de cada vehículo.

Según se explica, al utilizar estas etiquetas para restringir el tráfico en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), se llega a la paradoja de que una persona que compra un coche de gasolina económico, con bajo consumo y bajas emisiones, no puede acceder a ciertas áreas. Mientras tanto, otra persona con un híbrido enchufable de alto consumo y gran potencia puede entrar sin problemas e incluso aparcar gratis en algunas ciudades en zonas de estacionamiento regulado.

Por ello, la OCU exige en primer lugar revisar el sistema de etiquetas basado en las emisiones reales, de modo que se fundamente en la contaminación real y no en la tecnología del motor. Considera necesario tomar medidas adicionales para que la movilidad en las ciudades no dependa del nivel adquisitivo de los ciudadanos.

Entre las medidas que solicita la OCU destacan:

  • Promover el alquiler económico de coches eléctricos urbanos para personas con pocos recursos que no pueden comprar un coche nuevo y lo necesitan.
  • Ampliar las ayudas para la compra de vehículos nuevos con bajas emisiones, teniendo en cuenta también a los ciudadanos más vulnerables.
  • Extender las ayudas del Plan Moves a coches de segunda mano con etiqueta Cero Emisiones de más de 12 meses. El incremento de los precios de los coches impide que muchos usuarios puedan sustituir un coche sin etiqueta por otro nuevo, necesario para entrar a la ciudad por motivos laborales o familiares. Estas ayudas deberían ser directas, para evitar esperas de meses para recibirlas, como ocurre actualmente.
  • Ampliar las redes de puntos de recarga de automóviles eléctricos para fomentar el uso de estos vehículos e instaurar un sistema de pago único, además de instalar cargadores lentos en zonas urbanas para las personas que no dispongan de parking puedan utilizarlos.
  • Promover decididamente el transporte público, con una amplia red de carriles bici protegidos y conectados, la peatonalización de las zonas históricas y comerciales, además de la intermodalidad entre los diferentes medios de transporte.
  • Señalizar de manera clara, amplia y bien visible la entrada a las ZBE, tanto en la calzada como en los laterales, incluyendo dispositivos luminosos para evitar sanciones por desconocimiento de las zonas delimitadas.
  • Construir parkings disuasorios en los límites de las ZBE, gratuitos y bien conectados con el centro mediante transporte público. Es vital facilitar a los residentes del extrarradio y de poblaciones limítrofes con coches sin etiqueta ambiental de la DGT el acceso rápido y sencillo a la ciudad.
  • Derecho a entrar en la ZBE con un coche sin etiqueta un determinado número de veces al año. Esto facilitaría la entrada de conductores en caso de urgencia (por ejemplo, para acudir al hospital), además de a los turistas que visiten esporádicamente la ciudad.Informar de manera clara sobre las restricciones en cada ciudad. Es necesario que los municipios que aún no han diseñado sus ZBE lo hagan cuanto antes para que los habitantes puedan planificar con antelación.
  • Implementar mejoras en las condiciones ambientales de determinadas zonas de las ciudades, considerando todos los aspectos y no solo las medidas recaudatorias.
  • Crear una página web actualizada que informe sobre todas las zonas de bajas emisiones, para que las personas que no vivan en las localidades afectadas puedan conocer las restricciones fácilmente.